Un niño nace puro, nace en cero
sin saber absolutamente nada ni bueno ni malo de la vida. Los niños cada día
observan el comportamiento de aquellos que los rodean y que son figuras
importantes en su crecimiento como persona, ya que las criaturas ven a cada
segundo los gestos de amor y cariño que sus padres le ofrecen, de igual manera
pueden percibir rechazo e impaciencia que muchos les tienen al momento de criarlos.
Es importante resaltar que los
niños deben ser enseñados dentro del seno familiar principalmente con el amor
ya que este es el vínculo más hermoso que Dios regalo, seguidamente la
paciencia y la mansedumbre. Se entiende que ningún ser humano nació sabiendo
cómo ser un buen padre o madre pero debe haber un esfuerzo muy grande para
guiar a los hijos.
Sin duda alguna los niños y niñas
llenan de alegría la casa, están en constante actividad (Primero se cansa un
adulto que un niño) J
son creativos, llenos de imaginación, sueños e ilusiones, aparte tienen la
facilidad de hacer nuevos amigos, son sinceros y tienen la capacidad de
perdonar de forma más latente que un adulto. En otras palabras un niño se le olvida
a tan solo minutos lo que otro amiguito le hizo; de igual forma olvida el
regaño y castigo que sus padres le aplicaron el día anterior, es decir los
niños no guardan rencor, no son envidiosos ni mentirosos.
Lamentablemente existen niños con
pensamientos de adultos debido a la falta de supervisión de los padres y
responsables en el uso adecuado de las redes sociales, la radio, televisión,
entre otras cosas. Existen padres fueras de sí que tatúan a los niños al nacer,
otros les inculcan a sus hijos la violencia porque en casa papá y mamá son los
primeros que se van a las manos, otros le dicen a sus hijos que no fumen pero
tienen un cigarro en la boca o una botella de licor en la mano. Se han visto
casos de padres irresponsables colocándole pornografías a los niños en casa enseñándoles
que eso es lo que un hombre debe hacer con las mujeres; sin contar los casos de
drogas, violencia sexual, física y psicológica que muchas criaturas sufren
dentro del hogar, escuela o lugar de cuidado. Aunado a la situación entra el
virus quita pureza en los niños y los tornan adolescentes y adultos agresivos con
sentimientos encontrados que le destruyen en la vida.
Por eso si eres padre, madre o responsable
de uno o varios niños, se ejemplo para ellos, no solo de juguetes y buenos
regalos se educan los hijos, es mucho más valioso lo que siembras en el corazón
de ellos, es la dedicación, la comunicación y la entrega que ellos valoran más.
Cuídalo de personas que le enseñan cosas malas, corrígelos al momento,
exhórtales cuando sea necesario, disciplínalos en el amor y la comprensión, colócate
al nivel de ellos y entra en su mundo. En conclusión inmuniza a tu hijo del
virus quita pureza.
Existe un
proverbio que dice: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará
de él”. (Prov. 22:6) ¿Cual camino? El camino del bien, el camino de lo
verdadero, el Camino del Señor Jesús, recordemos que el Hijo de Dios dijo en
una oportunidad: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí”. (Juan 14:6). Por último Pitágoras un filósofo y matemático
griego considerado el primer matemático puro expreso: “Educad al niño y no será
necesario castigar al hombre”.
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