viernes, 8 de agosto de 2014

Analisis Por John Pinto: La Socialización De La Mercancía



        Detrás de la supuesta y aparente calma que observamos en los estantes, vidrieras, mesas de plástico, toldos, aceras, plataformas de camiones y hasta maleteras de carros donde se colocan y se exhiben las mercancías para su venta, existe todo un mundo de contradicciones sociales que se desarrollan diariamente condicionando y perjudicando  la propia existencia de la fuerza productiva  y el talento humano de los trabajadores.

Grandes mercados y mega corporaciones transnacionales, gran nacionales, cooperativas y los nuevos en el mercado “empresarios informales” antes llamados buhoneros están y siguen centralizando áreas de influencia industrial y comercial, concentrando gigantescas masas de capitales.


 Aprovechándose de contingentes de seres humanos y ganando desde 5 hasta 8 veces más del costo real de los bienes y servicios, los desposeídos que se trasladan masivamente hacia las ciudades iconos del capitalismo son los primeros utilizados por estas nuevas y viejas mafias para supuestamente obtener nuevas condiciones de vida, agudizando las contradicciones entre los países pobres y países ricos o como decíamos antes los de arriba y los de abajo. 


Desplazamiento masivo de los trabajadores del sector industrial hacia el sector informal (buhonería o empresarios independientes), pura mentira siendo estos más dependientes de las mafias de todo tipo de mercancía y estableciendo así los grandes cinturones de miseria de los países del tercer mundo. Punta de lanza de los  imperios capitalistas  para apropiarse  de las fuentes energéticas (petróleo). El origen de estos múltiples y variados conflictos lo constituye la esclavitud asalariada, al asumir el capitalismo al ser humano como una mercancía que se compra y se vende en los mercados laborales, reproduciendo diariamente este mar de contradicciones expresados en diferencia de clases sociales.


 Hoy en Sudamérica y el Caribe, las condiciones están dadas para seguir la ruta del socialismo del siglo XXI. Por lo tanto nosotros los trabajadores y los millones de excluidos, son el objeto y sujeto de la revolución. Los pueblos  impulsan ahora la verdadera democracia participativa y protagónica, más no la democracia de los antiguos partidos políticos que solo lo llevan por nombre y no vale la pena ni nombrarlos, nosotros nos hemos dado cuenta que solo el pueblo salva el pueblo que es lo contrario a lo que está pasando que unos inescrupulosos se valen de productos de primera necesidad y amedrentan al colectivo en general a comprarlos más caros en condiciones que no son las optimas y de paso en la calle sin pagar impuestos, servicios públicos, alquiler ,deposito condominio y personal de trabajo. Poniendo contra la pared al pueblo, promoviendo la escasez para ellos poder hacer negocio rentable en la calle dañando la economía de un país impactando directa e indirectamente las empresas y los empresarios que realmente producen bienes. Los gobiernos revolucionarios deben aplicar la solidaridad, la justicia social, la equidad y la inclusión. 


Nuestro planteamiento de la “socialización de la mercancía” es un avance histórico en la ruta del socialismo. El solo hecho de incluir en nuestra constitución bolivariana la fuerza de trabajo como única fuente generadora de valor, e imponer a través de la constitución y las leyes, el justo reparto del capital y la ganancia es un paso gigantesco para las luchas sociales en nuestro continente y el mundo teóricamente hablando muy bonito pero no se cumple ninguna de ellas.


 Por tal motivo nosotros los trabajadores y trabajadoras como fuerza productiva y fuente del valor agregado, tenemos que estar cada día más unidos por nuestras  empresas  que es de todos, nuestra segunda casa donde convivimos como hermanos los unos a los otros. Es muy importante reflexionar un momento y preguntarse en este momento como se está construyendo el socialismo dentro nuestra segunda casa, que poco a poco y a pasos de vencedores estamos y seguiremos obteniendo beneficios tanto sociales como económicos, que antes con “el capitalismo” no existía ni la esperanza de obtenerlos. Para culminar trabajador unido, jamás será vencido, sintámonos orgullosos de ver nuestros productos, elaborados con nuestras manos en los estantes y vidrieras de los establecimientos donde se exhiben para nuestro pueblo y decir de corazón que son “hechos en socialismo”

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