El técnico de la Vinotinto, Noel 'Chita' Sanvicente se
pronunció ante la carta enviada por 15 jugadores este lunes y por ende,
reaccionó con un comunicado en el que manifiesta la posibilidad de dimitir si
así se contribuye a solucionar la crisis que vive el elenco nacional.
El entrenador pidió disculpas a sus dirigidos y resaltó su
pasado como jugador; y los cambios que ha propuesto para cambiar el fútbol en
Venezuela.
He aquí el extenso comunicado de Noel Sanvicente:
A mis jugadores, a los dirigentes y a la opinión pública
Para nadie es un secreto que mi llegada a la selección fue
difícil. Nadie apostaba un medio por mi convivencia con el Sr. Rafael Esquivel,
presidente de la Federación Venezolana de Fútbol para aquel entonces, ya que
para todos eran conocidas mis profundas diferencias con su manera de conducir
nuestro fútbol. Aún así dejé de lado todos esos inconvenientes porque siempre
he creído en la necesidad de cambiar nuestro fútbol.
Una vez que asumí como seleccionador nacional, fui
convenciendo al presidente de la FVF, junto con mi equipo de trabajo, de
implementar los cambios y modificaciones que aún mantengo como necesarios para
progresar, y lograr así los éxitos que todo el país quiere. Cambios que no
nacen de algún capricho sino que son la marca registrada de mi carrera como
entrenador.
Desde mis tiempos como jugador profesional viví en carne
propia el maltrato y la indiferencia que muchos sentían con quienes defendíamos
la camiseta nacional, y por ello, en cada una de mis experiencias como
entrenador he priorizado el cuidado y el buen trato al futbolista, porque son ellos,
los jugadores, los verdaderos protagonistas de este espectáculo. He sido muy
criticado, pero siempre he preferido buscar posibles soluciones que ayudaran y
otorgaran el mejor status a cada uno de los futbolistas que he dirigido.
Pero también he conocido el menosprecio por la capacitación
y por el estado de las canchas en nuestro país. Yo no soy producto de este
fútbol, yo vengo de las canchas de San Félix, de Caricuao, de Barinas. En ellas
jugué y me formé como entrenador, y cada vez que me tocaba visitarlas escuchaba
atentamente al público, a los presidentes de las asociaciones, a los jugadores
y anotaba todas esas necesidades para sumarlas a mi proyecto, ese que luego
llegó a ser conocido como Proyecto País.
La convivencia con el presidente Esquivel no fue sencilla,
porque en cada reunión le reiteraba mi creencia de que en nuestro fútbol hay
que cambiar para ir a un mundial y no ir a un mundial para después cambiar. Lo
fui convenciendo de la importancia de profesionalizar la formación de todos los
entrenadores del país, y logré que nos aprobara las herramientas para mejorar
la formación de nuestros jugadores. Y lo hice desde el convencimiento como
director técnico es justamente gracias a los jugadores que he dirigido.
Jamás iría en contra de todo lo que con justicia se han
ganado los futbolistas venezolanos, y por ello mi insistencia en cambiar, casi
convirtiéndome en una especia de idealista del cambio.
¿Cuáles son estos cambios que proponía y que aún siento
necesarios para mejorar a nuestro fútbol?
-Darle valor al estudio y a la preparación. Que en este país
no se regalen los carnet de entrenador sino que para obtener el título se
equipare el pensum de estadios a lo que exige el fútbol internacional.
Que el arbitraje se beneficiara de la plataforma Instat, la
cual sugerimos a todo el país, para así mejorar la formación de nuestros
árbitros y colocarlos al nivel de sus colegas internacionales, y que además les
sirviese para encontrar vías económicas que les garantizara una remuneración
acorde a su función.
-El colegio de entrenadores y la Escuela de Formación de
Entrenadores Dirigentes y Árbitros (EFEDA), que funciona en el Centro Nacional
de Alto Rendimiento deben ponerse de acuerdo para trabajar de la mano en pos de
la formación de personal que venga a trabajar para la mejoría del fútbol
nacional.
-Valorar CNAR como la casa de La Vinotinto en todas sus
categorías. Una vez construido sólo quedaba darle uso, y hoy puedo decir que lo
hemos aprovechado al igual que Argentina con las instalaciones de Ezeiza o
Chile con el complejo Juan Pinto Durán, por citar dos ejemplos. Me empeñé en
hacerla nuestra casa y en dotarla de la tecnología y los avances necesarios
para que todas las selecciones nacionales puedan trabajar a la par de sus
rivales.
-Quiero que cada persona que llegue a nuestro fútbol lo haga
con la intención de sumar, y me contenta saber que hay instituciones que se han
unido a ese deseo, convirtiendo en realidad los viejos anhelos por los que he luchado
en cada institución por las que he pasado. Son varios los equipos con canchas
propias y que sigues pensando en mejorar y crecer. Ese es el verdadero cambio
por el que he luchado y seguiré luchando.
-Quiero que se utilice una metodología coherente y no que
nuestros niños jueguen en cancha grande, atentando contra su correcta
formación.
-Dignificar el trabajo de todos aquellos que hacen vida en
la selección, peleando por un salario acorde a las realidades del país,
incluyendo a los entrenadores de las categorías menores, quienes ahora gozan
del reconocimiento que se merece un seleccionador nacional.
-Acondicionar una oficina en al sede de la FVF que le sirva
a todos los cuerpos técnicos de las selecciones nacionales para que puedan
hacer vida en la sede administrativa de la federación.
-La contratación de un vuelo chárter, que no generaba un
gran gasto para la federación comparado con los viajes en líneas comerciales, y
que suponía la llegada sin mayores contratiempos de los futbolistas a
Margarita, evitando las largas esperas que sufre la mayoría de los viajeros en
nuestro país, y en el que también viajaran los dirigentes que acompañaban la
delegación.
- Contratar un hotel en Puerto Ordaz en el que mis
futbolistas estuviesen cómodos y con la privacidad necesaria para recibir a sus
familiares y descansar como un atleta de alto rendimiento merece.
Sé que todo esto que he propuesto no lo puedo defender
porque no tengo los resultados, pero acá estoy, yo quiero seguir, le pongo el
pecho a la situación, pero necesito que se prioricen estos cambios que he
propuesto con mi cuerpo técnico desde el principio.
Es necesario se le de cabida a todos los presidentes de las
asociaciones, no para manipularlos, sino para otorgarles las herramientas que
les permitan seguir aportando a nuestro fútbol. Ese fue mi primer proyecto y
sigo creyendo en él porque ellos son los verdaderos agentes de cambios de este
fútbol.
Quiero dejar claro que yo asumo lo deportivo; si hay un
responsable soy yo porque soy la cabeza del grupo. Hasta se me criticó por lo
duro que he sido conmigo mismo, pero no conozco otra vía hacia el éxito que la
exigencia máxima. Quiero mucho a mi país y quiero mucho a mi fútbol, y por eso
seguiré trabajando en San Félix, en Caracas o en Barinas, mis tres casas, los
lugares donde nací, me hice y fui feliz, o quien sabe si en el extranjero, pero
lo haré con la misma pasión que cuando me ha tocado rescatar canchas en
Caricuao o regar la grama los lunes a las 9pm en Barinas.
Y lo haré como saben los periodistas que lo he hecho. Me
conocen todos los que van a los entrenamientos, a mi lugar de trabajo. No tengo
Twitter ni Facebook porque me gusta dar la cara y darle la oportunidad a todos
de preguntar y escucharme.
Para ello pensé en hacer una rueda de prensa luego de las
elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, y así ponerle el pecho a la
situación, pedir las disculpas por no haberlos atendido correctamente tras la
derrota ante Ecuador y decirle a todos que el camino es la conciliación,
acercar posturas, generar unión; el país nos reclama luchar por una causa mayor
que es nuestra selección, y si para eso es necesario tomar decisiones, las
tomaremos.
Acá tienen mi palabra, no me estoy yendo, sencillamente he
querido dejar bien claro cuál ha sido y cuál es mi proyecto desde antes de
llegar a la selección. Mi proyecto de las asociaciones regionales, de la
capacitación de los entrenadores, de la formación de nuestros futbolistas, el
proyecto barrial, de que la sub-20 juegue en primera división y así foguearse
de la mejor manera, y como siempre digo, de cambiar para ir a un mundial y no
esperar ir a un mundial para cambiar.
Dejo al servicio del país todo nuestro trabajo, las
fotografías de todas las canchas que hemos recorrido por todo el país. Así como
lloramos cada derrota, lloren conmigo por estas cosas. Yo las expongo, las dejo
en la federación junto con la base de datos para que, si no soy yo y necesitan
a otro que ocupe mi lugar, tenga toda esta información .
Les pido disculpas a mis jugadores si en algún momento han
sentido falta de apoyo, porque mis exigencias nacen del amor por este fútbol.
Con ellos he contado y con ellos espero seguir contando para generar el cambio
que tanto deseamos y tanto merece nuestra gente. Pero que no quede ninguna
duda: ni yo ni mi cuerpo técnico hemos dudado un instante del amor de mis
futbolistas por la camiseta vinotinto.
En mi trayectoria he conseguido éxitos al corto, mediano y
largo plazo, pero lamentablemente en esta ocasión los resultados no nos han
acompañado y eso empaña todo lo que hemos intentado cambiar. Pero todo lo que
he logrado siempre ha sido de la mano de mis jugadores y los dirigentes, y con
esa unión es que la fanaticada ha podido disfrutar de triunfos.
Por ello aspiro, más que nada, a que en este mes de
diciembre, en el que todos reflexionamos sobre el tiempo pasado y el tiempo por
venir, pensemos qué queremos y cómo obtenerlo. No olvidemos que ha sido la
Vinotinto el factor de unión de todos los venezolanos y eso no lo podemos
perder. Los invito a todos a que nos sinceremos y dejemos atrás cualquier
posición personalista.
Siento que defraudaría a mucha gente que me quiere si no
continuo con esta lucha, pero es necesario contar todo esto porque respeto a la
gente, a esa que siempre me apoyó y que hoy se siente dolida porque no hemos
conseguido los resultados.
Deseo ser el primer mediador en esta situación que estamos
viviendo y conseguir que jugadores, cuerpo técnico y dirigentes nos unamos en
pos de ese gran objetivo que es el éxito de nuestra Vinotinto, pero si mi
salida contribuye a que cesen las diferencias, daré un paso al costado siempre
pensando en el beneficio de nuestro fútbol. Mientras tanto acá me tienen, con
la voluntad de seguir luchando por el cambio, de pelear por mis jugadores y de
seguir soñando con que es posible un mejor fútbol venezolano. Eso somos los
venezolanos, unos grandes luchadores por las causas justas y contra la
adversidad.
Sin distingo de razas ni color político, Venezuela tiene un
solo color, el color Vinotinto.
Atentamente,
Noel Sanvicente,
Seleccionador Nacional
eluniversal
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