¡Cuando se habla del cielo se
habla de grandeza! pues pocas personas se detienen a ver los detalles que
existen sobre la naturaleza.
Según la ciencia el cielo se
define como el espacio en el que se mueven los astros y por efecto visual
parece rodear la Tierra. En astronomía, cielo es sinónimo de esfera celeste:
una bóveda imaginaria sobre la cual se distribuyen el Sol, las estrellas, los
planetas y la Luna.
En meteorología el término cielo
hace referencia a la zona gaseosa más densa de la atmósfera de un planeta. El
color del cielo es resultado de la radiación difusa, interacción de la luz
solar con la atmósfera. En un día de sol el cielo de nuestro planeta se ve
generalmente celeste. El color varía entre el naranja y rojo durante el
amanecer y al atardecer. Cuando llega la noche el color pasa a ser un azul muy
oscuro, casi negro. Durante el día el sol se puede ver en el cielo, a menos que
esté oculto por las nubes. Durante la noche (y en cierto grado durante el día)
la Luna, las estrellas y, en ocasiones, algunos planetas vecinos son visibles
en el cielo.
Algunos de los fenómenos
naturales vistos en el cielo son las nubes, el arco iris y la aurora. El
relámpago se puede ver en el cielo durante las tormentas eléctricas. Como
resultado de actividades humanas, la niebla se ve a menudo sobre ciudades
grandes durante las primeras horas del día.
Pues bien, toda esta explicación
es muy maravillosa. Sin embargo detrás de todo buen arte existe un buen
arquitecto. Ese arquitecto se llama Dios el Creador del cielo y de la tierra y
de todo lo que en ella existe.
Motivado a esto aseguro que en el
cielo existen millones de diseños que solo Dios puede crear, por ejemplo, un
cielo gris, un cielo azul oscuro, cielo azul claro, aparte en diversas
ocasiones el naranja está presente, el rojo intenso, entre otros. Además el
cielo ya tiene su propia esencia, sin embargo las nubes lo acompañan, las
estrellas y hasta los más temibles relámpagos y centellas. Tengo la certeza que
todo tiene su significado y su propósito, pues Dios no hace nada por hacerlo.
Para confirmar la grandeza de
Dios imaginemos lo que expresa el siguiente pasaje bíblico:
“El es el que está sentado sobre la redondez de la tierra, El es el que
extiende los cielos como una cortina y los despliega como una tienda para morar”.
Isaías 40:22.
Dios extiende los cielos tan
simple como nosotros extender las cortinas de la casa o hasta la sabana en la
cama. Por eso cuando te levantes por la mañana a pesar de los problemas
contempla el nuevo arte que está en el cielo no importa del color que este,
solo ten presente que Dios esta allí junto a ti regalándote un arte único e
irrepetible porque aunque en su mayoría pareciera que el cielo es lo mismo
todos los días no es así.
Haz un desafío al lamentarte y
acostarte; echa un vistazo al cielo y nota si es el mismo de ayer…
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