Doña
Josefa de los Ríos, era una venerable anciana que junto con María de Jesús
Ascunez y Margarita Mijares, conformaban una simpática trilogía en el diario
acontecer del pueblo. Era la primera, una mujer enjuta de andar lento y voz
aguda, que llevaba siempre en la boca una hoja de malagueta, arbusto ornamental
y de aromáticas hojas que se usaban para perfumar el aliento.
Se ocupaba doña
Josefa de tocar el órgano de la iglesia y daba clases de piano a domicilio en
las casas donde podían darse el lujo de tener un instrumento de estos.
María de Jesús Ascunez (chucha) era
gordita, simpática y servicial, dedico su vida al culto de la Virgen de
Coromoto de la que era su más activa celadora; iba de casa en casa con una litografía
de la Santa, llena de milagros y un cajoncito para el devoto ovolo, que al
llenarse permitía hacer una misa cantada acompañada de cohetes en honor a la
sagrada imagen. Esta litografía de la Santa, podía pasar hasta tres días en una
cualquiera de las casas, en la que una tribulación domestica hiciera necesario
el milagro capaz de solucionar el problema; por supuesto que este velatorio
deba ir acompañado de una limosna mayor. Era familiar la figura de Jesús
Ascunez con su imagen en brazos de María de Jesús Ascunez con su imagen en brazos
tocando a las puertas de nuestras casas.
Margarita de Mijares, descendiente de
nobles casas de la Colonia, esta doña Margarita, era también un personaje de
especial interés en el pueblo. Su figura de mediana estatura con unos rasgos
finos y mirada vivaz, le permitía captarse la simpatía de sus interlocutores, a
quienes contaba la prosapia familiar y la heredad de las ricas tierras de El
Pao arrebatadas entre guerras y trampas, pero que esperaba recuperar mediante
juicio y razones que solo necesitaban de un buen abogado para el normal
procedimiento. Doña Margarita era la dueña del hotel más importante del pueblo
y allí por supuesto llegaban viajantes, funcionarios públicos de paso y demás
personalidades que solían pernoctar en la ciudad. En las noches calurosas del
verano, se formaba la tertulia a la puerta del hotel, tertulia que dirigía doña
Margarita, sentada en un cómodo mecedor de mimbre y
haciendo gala de su conversación alegre y llena de anécdotas.
Tomado Del Libro Cronicas Del Tinaquillo de Ayer De JOSE RAMON LOPEZ GOMEZ.
José Ramón López procede de una notable
familia de nuestro pueblo, José Ramón escoge como profesión la Medicina; pero
su amor por la literatura y la historia lo hacen aventurarse en esos campos,
producción una serie de publicaciones. Muchas de sus obras se refieren a su
pueblo al que amo entrañablemente.
José
Ramón fue cronista de la Ciudad de Tinaquillo, miembro de la Academia Nacional
de Historia, de la Sociedad Venezolana de la Historia de la Medicina, del
Centro de Historia del Estado Carabobo, de la Asociación Nacional de Cronistas
Oficiales de las ciudades de Venezuela, de la Asociación de Médicos Escritores,
de la Asociación de Escritores del estado Carabobo, y ha sido condecorado y
premiado en muchas oportunidades por autoridades oficiales y culturales.
JOSE RAMON LOPEZ GOMEZ.
Tinaquillo 1927 + Acarigua 2014
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