lunes, 14 de diciembre de 2015

Oposición presionará por una crisis en busca de revocatorio

Los venezolanos expresaron su demanda de diálogo, consenso y soluciones a la problemática económica actual, que preocupa a 4 de cada 5 venezolanos.

En esta expresión coindidieron los analistas políticos Oscar Schemel y Maryclen Stelling al analizar los resultados de las elecciones parlamentarias en el programa dominical José Vicente Hoy, transmitido por Televen.

"El 6 de diciembre se manifestó un sentido de urgencia: los venezolanos quieren soluciones, están demandando respuestas ante los problemas económicos. Si la oposición no entiende, puede generarse un corto circuito y perder el capital electoral que han logrado", explicó Schemel y agregó: "la oposición es una fuerza electoral, pero no es una fuerza política, no tiene presencia en las calles, en los movimientos sociales".


En este sentido, Schemel advirtió que "los programas sociales no se convierten automáticamente en votos”. Reiteró que hay un pueblo que ha convertido demandas sociales en derechos reivindicados durante los últimos 17 años, por lo cual ahora exige ir más allá con la renovación de las políticas y la consolidación del poder popular.

Por su parte, la socióloga Maryclen Stelling considera un error de los dirigentes chavistas caer en la trampa opositora de hacer ver estos comicios como una elección nacional.

"Nunca estuvo claro que era una elección circuital, que eran microelecciones con características específicas" para las cuales había que seleccionar los candidatos en primarias más por el mérito alcanzado en la localidad que por si era "la mamá de alguien o un artista importante".

Stelling refirió que la realización de actividades de campaña por parte de la oposición fue considerablemente inferior a la activación del chavismo, ya que se enfocaron principalmente en sus circuitos débiles. Además contaron con la mediática nacional, internacional y las encuestadoras, que tienen años promoviendo la neurotización y desestabilización del país, lo cual hizo gran parte de la campaña, explicó.

42% de voto militante, campaña titánica

Schemel resaltó en que el 42% de ciudadanos que se identificaron con el Gran Polo Patriótico, población que también sufre los efectos de la situación económica, representa un voto militante, comprometido con el proyecto socialista, que no debe ser subestimado.

"Fue una campaña titánica adversar al descontento. El principal adversario del chavismo fue el propio Gobierno, fue la gestión económica. Haber logrado el 42% de los votos es una hazaña, en estas circunstancias tan dramáticas y difíciles, quien subestime esta fuerza militante, cautiva, que respaldó al chavismo el 6 de diciembre, no sabe lo que está diciendo", aseveró.

Oposición no tiene carta blanca

Con el desarrollo pacífico de los comicios y el cumplimiento cabal del respeto a los resultados, reiterado por los lideres chavistas, los venezolanos y el Gobierno ratificaron su talante democrático ante una oposición aliada con la mediática internacional que había creado espectativas de violencia, "estaban esperando sangre", resaltó Stelling.

Los analistas coincidieron en que la oposición realizó una "campaña silenciosa" (80% de los electores desconocían a los candidatos opositores), que solo consistió en canalizar el descontento de los venezolanos sobre la gestión económica del Gobierno, por lo cual creer que el pueblo respaldará cualquiera de sus acciones en adelante sería un error.

"El anális que podemos hacer de la campaña de la oposición es más sencillo: la oposición no hizo campaña. Entendía que tenía que canalizar el descontento, convertir la tarjeta de la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) en el instrumento para castigar la gestión económica. La oposición todavía no es una alternativa, no tiene discurso ni propuesta que convoque a la mayoría de los venezolanos. Lo que vimos fue un voto castigo", insistió.

De cara al futuro

En cuanto a los escenarios que se plantean a partir de la instalación de la nueva asamblea mayoritariamente opositora, prevista para el 5 de enero, Schemel prevé que este sector jugará a la profundización de la crisis económica con el objetivo de obstaculizar cualquier solución por parte del Gobierno en este aspecto. Esto debido a que obedecen al pago de una deuda con factores extranjeros que exigen el fin del proyecto bolivariano y socialista.

"Hay factores internacionales muy poderosos, con muchos recursos. Como está ocurriendo en Brasil y Ecuador, la oposición va a presionar por una crisis política, por una confrontación (...) Lo que se busca es un referéndum revocatorio o incluso una reforma constitucional, terminar neurotizar y caotizar a la sociedad venezolana, profundizando la crisis política", alertó.

Señaló que, de imponerse las voces radicales de la oposición en el parlamento, se generaría un "corto circuito" en la población venezolana que en su mayoría está pidiendo diálogo, consenso y soluciones, en lugar de un recrudecimiento de la confrontación entre las dos principales representaciones electorales, que, en palabras de Schemel, sería "un suicido colectivo".

Igualmente, Stelling consideró que "la oposicion no está preparada para el triunfo electoral que logró, por algunas voces que están surgiendo, prepotentes, revanchistas, que son las que más se están oyendo en este momento".

Los dos analistas sugirieron que el Gobierno debe avanzar definitivamente en la erradicación del burocratismo, la corrupción y la ineficiencia, lucha que es clamada por las bases populares, que se han fortalecido y tienen voz y planes.

Igualmente coincidieron en que los dirigentes socialistas debe recrear un discurso esperanzador, asumiendo la cuota de responsabilidad que les corresponde, ya que solo 35% de los venezolanos comparte la tesis de la guerra económica, al tiempo que deben avanzar en las negociaciones sin ceder en derechos esenciales que son y serán defendidos por el pueblo.

"El futuro es lo que convoca", resumió Schemel.


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