Dios eligió
a Aarón para constituirlo como sumo sacerdote de Su Casa. Fue el hermano mayor
de Moisés el cual Dios eligió para sacar de la esclavitud al pueblo de
Egipto.
Dijo
Dios: Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes:
Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto. Éxodo 29: 1
Cabe
destacar que antes de que el Señor Jesucristo viniese a la tierra para ser
sacrificado, Dios mandaba a ofrecer sacrificios de animales para él (no
cualquier animal), y en la actualidad esos sacrificios ya no se realizan porque
la sangre del Señor Jesús es mayor y cubre el precio de todos los animales que
se le presenten a Dios. Sin embargo en el pasado Dios mandaba a sacrificar (dar)
animales para él pero sin defecto, es decir no aceptaba los animales ciegos,
cojos ni enfermos…. Dios siempre le gusta y le gustara por toda la eternidad lo
mejor!.
Hoy en
día las personas cuestionan el hecho de dar a Dios ya sea una ofrenda, una
colaboración, el diezmo, y cosas
semejantes, y en caso de dar le dan lo peor o las sobras… Obviamente Dios no
necesita de dinero ni nada de eso pues él es el dueño del oro y la plata, como
dice el libro de Hageo 2:8 ``Mía es la plata y mío es el oro - declara el SEÑOR
de los ejércitos”, pero Su obra si precisa.
¿Qué es
su Obra? La obra de Dios es la ayuda físicamente y principalmente espiritual
que le brindan los verdaderos siervos de Dios a los necesitados: ir a las
cárceles a llevar la Palabra de Dios, visitar a los enfermos, ayudar a los
oncológicos, los asilos, los orfanatos, levantar a los caídos, cuidar de los
niños y transmitir vida a los que en vida están muertos. Pero para hacer todas
esas cosas se precisa del factor monetario ya que nada en esta vida nada es
gratis. Todo es dinero y la verdadera Obra de Dios no es sustentada por ninguna
otra institución.
Por
ende amigo (a) lector no de lo peor o lo más poco a Dios, a Dios no le gusta
las limosnas sino lo mejor y Dios conoce quien tiene condición para dar y quien
no la tiene. Acá citamos una historia cuando el Señor Jesucristo pidió la
ofrenda en el templo y se acercaban los ricos y las personas importantes y daban
cantidades de dinero pero eran las sobras; pero una viuda tenía solo dos
denarios que para la época representaban lo mínimo y Dios bendijo mas a la
viuda que a los ricos ya que el detalle no era la cantidad de dinero y si la
calidad de la intenciones del corazón del ofrendante. La Reflexión no es solo
en lo monetario sino de usted como persona, dar lo mejor de sí, de sus
pensamientos, de su tiempo y de su espacio, recordemos que Dios no necesita de
nosotros mas nosotros si necesitamos de él.
Dios dice que el
bendice al dador alegre a aquel que no niega, que no critica ni cuestiona en
dar para él y para su Obra. Si hay alguien que da lo mejor a sus hijos ese es
Dios. Que Dios les bendiga abundantemente
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