viernes, 3 de octubre de 2014

Reflexiones Por Viviana Berroteran Tres Letras De Peso: Dar

Dios eligió a Aarón para constituirlo como sumo sacerdote de Su Casa. Fue el hermano mayor de Moisés el cual Dios eligió para sacar de la esclavitud al pueblo de Egipto. 
Dijo Dios: Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto. Éxodo 29: 1

Cabe destacar que antes de que el Señor Jesucristo viniese a la tierra para ser sacrificado, Dios mandaba a ofrecer sacrificios de animales para él (no cualquier animal), y en la actualidad esos sacrificios ya no se realizan porque la sangre del Señor Jesús es mayor y cubre el precio de todos los animales que se le presenten a Dios. Sin embargo en el pasado Dios mandaba a sacrificar (dar) animales para él pero sin defecto, es decir no aceptaba los animales ciegos, cojos ni enfermos…. Dios siempre le gusta y le gustara por toda la eternidad lo mejor!.
Hoy en día las personas cuestionan el hecho de dar a Dios ya sea una ofrenda, una colaboración, el diezmo,  y cosas semejantes, y en caso de dar le dan lo peor o las sobras… Obviamente Dios no necesita de dinero ni nada de eso pues él es el dueño del oro y la plata, como dice el libro de Hageo 2:8 ``Mía es la plata y mío es el oro - declara el SEÑOR de los ejércitos”, pero Su obra si precisa.
¿Qué es su Obra? La obra de Dios es la ayuda físicamente y principalmente espiritual que le brindan los verdaderos siervos de Dios a los necesitados: ir a las cárceles a llevar la Palabra de Dios, visitar a los enfermos, ayudar a los oncológicos, los asilos, los orfanatos, levantar a los caídos, cuidar de los niños y transmitir vida a los que en vida están muertos. Pero para hacer todas esas cosas se precisa del factor monetario ya que nada en esta vida nada es gratis. Todo es dinero y la verdadera Obra de Dios no es sustentada por ninguna otra institución.
Por ende amigo (a) lector no de lo peor o lo más poco a Dios, a Dios no le gusta las limosnas sino lo mejor y Dios conoce quien tiene condición para dar y quien no la tiene. Acá citamos una historia cuando el Señor Jesucristo pidió la ofrenda en el templo y se acercaban los ricos y las personas importantes y daban cantidades de dinero pero eran las sobras; pero una viuda tenía solo dos denarios que para la época representaban lo mínimo y Dios bendijo mas a la viuda que a los ricos ya que el detalle no era la cantidad de dinero y si la calidad de la intenciones del corazón del ofrendante. La Reflexión no es solo en lo monetario sino de usted como persona, dar lo mejor de sí, de sus pensamientos, de su tiempo y de su espacio, recordemos que Dios no necesita de nosotros mas nosotros si necesitamos de él.
Dios dice que el bendice al dador alegre a aquel que no niega, que no critica ni cuestiona en dar para él y para su Obra. Si hay alguien que da lo mejor a sus hijos ese es Dios. Que Dios les bendiga abundantemente

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