“Yo no
tengo dudas de que Venezuela es el país en donde están pasando las mejores
cosas; las cosas más distintas, las cosas más prometedores en materia
cinematográfica en todo el mundo”. Así lo aseguró el presidente del Centro
Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), Juan Carlos Lossada, durante
durante una conversación con el Correo del Orinoco sobre el
balance de las actividades de este sector durante 2014.
Lossada
recordó que para el año pasado estaba previsto el estreno de unas 50 películas
aproximadamente, de las cuales se estrenó solo la mitad, en principio porque se
procura no estrenar dos películas la misma semana y, además, el año comenzó con
una situación marcada por protestas que perturbaron la paz social en el país y
afectaron el normal desenvolvimiento de las actividades económicas durante los
primeros meses del año, incluyendo el cine.
Aún así,
en palabras del presidente del CNAC “se pisó el acelerador” a partir del mes de
mayo, por lo que el año concluyó con unos resultados “extraordinarios”,
evidenciados en un número “gigantesco” de películas nacionales que llegaron a
la gran pantalla; son muy superiores a los alcanzados hace menos de 10 años
atrás, cuando se estrenaban en salas comerciales, cuando mucho, una docena de
largometrajes.
Además de
estrenar 25 largometrajes en un año, el cine venezolano en los últimos 12 meses
alcanzó un récord histórico de audiencia. Nunca antes en los 117 años de
trayectoria del séptimo arte en Venezuela se pensó en llegar a unos 4,5
millones de boletos vendidos para ver obras nacionales, más del doble que el
año pasado cuando 2,4 millones de personas asistieron a los cines a ver un
total de 21 películas hechas en la tierra de Bolívar. Con tan solo cuatro
películas más, el público creció 87,5% respecto al año pasado.
Lossada
percibe esta cifra -en el contexto de las guarimbas que en febrero le dieron la
bienvenida al año 2014- como una demostración “de la capacidad creadora y de
recomposición que tiene el pueblo venezolano para demostrarse a sí mismo que
puede superar, y muestra de eso es que estamos cerrando el año con esos
resultados que nos tienen muy contentos, pero sobre todo muy optimistas de que
en 2014 podamos seguir superándonos a nosotros mismos, seguir descubriéndonos
como capaces de romper nuestros propios récord y de desbaratar ciertas imágenes
convencionales que se tienen acerca del cine y de la industria cinematográfica
nacional”, celebró.
MÁS Y MEJORES
PELÍCULAS
Otra
cifra poco difundida, alcanzada gracias a la cantidad de producciones
estrenadas últimamente, es el porcentaje de filmes venezolanos dentro de las
carteleras de cine en 2014. Hace cuatro años elCorreo
del Orinoco anunció como un hecho sin precedentes la exhibición
simultánea de cuatro largometrajes en las salas comerciales. Hoy día, según
afirmó Lossada, Venezuela es el país latinoamericano con una mayor oferta de
obras nacionales para el público.
En este momento, precisó el servidor público, 16% de las películas
que se exhiben en Venezuela son venezolanas, una proporción considerablemente
mayor en relación con Brasil, donde 10% del cine que se ve es brasilero.
Argentina, la nación de la región más cercana a Venezuela en ese sentido,
mantiene en sus carteleras un 14% de obras nacionales; mientras que en México
es 8%; 1,5% en Chile y en Ecuador y 3,4% en Colombia.
“Eso tiene que servirnos para inspirarnos más, para plantearnos
nuevos desafíos. Esas cifras hay que hacerlas crecer; se trata de procesos
culturales, sociales, humanos. Esto no se logra como en la matemática, sino que
se va ganando con generación de estados de conciencia, de reflexiones; se van
alimentando los gustos, las preferencias, se van perfilando los hábitos y eso
es lo que ha ocurrido en Venezuela”, argumentó el presidente del CNAC.
Para Lossada, todo este auge del cine venezolano es solo parte de
la cosecha de un paquete de políticas públicas sostenidas en el tiempo,
conjugadas con las capacidades creativas de las y los realizadores y todos los
factores involucrados en el quehacer cinematográfico.
“Creo que ese resultado positivo de más audiencia es un mérito de
nuestro público; es un mérito también de nuestros exhibidores y de nuestros
distribuidores. Es un mérito de nuestros ministerios del Gobierno nacional,
creo que es un mérito también de nuestros realizadores, de nuestros actores, de
nuestras actrices, de nuestros técnicos, es un mérito de un país que está en
movimiento. Yo diría que es un mérito de un país que se ve retratado en
colectivo; yo no le restaría participación a ningún sector en ese resultado
positivo que estamos teniendo”, reconoció.
Estos niveles de audiencia son, en opinión de Lossada, una
demostración de la diversidad temática y la calidad de nuestro cine, que cada
vez lo hace más permeable hacia sus públicos naturales. Así, en la cartelera de
cine se puede conseguir, por ejemplo, Hay alguien allí, un documental sobre el
autismo que ya tiene alrededor de 16 semanas en exhibición; otro como El río
que nos atraviesa, que denuncia el ecocidio en el Orinoco y al mismo tiempo
también se pueden seleccionar películas de humor y romance como Papita, maní,
tostón, la más taquillera de la historia, o Er Conde suelto en Hollywood; esto,
junto con obras épicas como es el caso de Libertador o dramas como La distancia
más larga y Pelo malo, entre muchas otras.
Pero no solamente la acogida del público local da cuenta de la
buena calidad del cine nacional. También lo constata la cantidad de obras
venezolanas aceptadas en unos 250 festivales internacionales de todos los
continentes, otra cifra récord que supera en casi 39% los 180 certámenes y
muestras que les dieron pantalla a filmes criollos durante 2013.
En estos 250 festivales realizadoras, realizadores, actrices,
actores y técnicos venezolanos recibieron 79 galardones, 9 más que el año
anterior. De tal manera que hay un correlato entre una buena apreciación del
público local con una buena evaluación internacional del séptimo arte nacional.
“Esperamos que 2015 sea muchísimo mejor de lo que fue este
grandioso 2014, el mejor año del cine venezolano en sus 117 años de existencia.
Y 2015 puede ser un año aún mejor”, vaticinó.
CINE PARA COMER
Todo este crecimiento del cine en Venezuela ha generado un impacto
significativo desde el punto de vista económico, factor fundamental para la
construcción de una industria que, en este caso y a decir del funcionario, está
al servicio de la cultura nacional como un lenguaje que, desde las artes, nos
cuenta como pueblo y narra nuestras realidades desde lo artístico.
En este sentido, el presidente del CNAC apuntó que la producción
cinematográfica generó entre 8 y 10 mil puestos de trabajo directos e
indirectos y produjo ingresos cercanos a los 58 millones de bolívares a los
diferentes sectores involucrados en la realización cinematográfica. “En otras
palabras, este año son varias las miles de familias que han podido llevar pan a
la casa a partir de la producción cinematográfica de cortometrajes,
mediometrajes y largometrajes”, contrastó.
PARA LAS NIÑAS Y NIÑOS
De cara al futuro inmediato, Lossada adelantó que en 2015 se concentrarán
buena parte de los esfuerzos para atender al público infantil, un sector que se
ha descuidado desde la gran pantalla.
“No podemos permitir por más tiempo que las grandes industrias
mundiales sean las que pueblen las pantallas de las salas de cine, ni en
nuestro país ni en todo el planeta. Eso hay que romperlo, eso hay que cambiarlo
radicalmente y la manera más inteligente y más creativa de hacerlo es
reconociendo la necesidad de crear y producir películas con nuestros niños y
para nuestros niños”, declaró.
En esta materia, apuntó Lossada, ya se han adelantado esfuerzos
concretados en el Encuentro con la Literatura y el Cine Infantil organizado
desde hace 10 años en Valencia por la escritora Laura Antillano, la muestra
Luces del Alba, de Falcón y el Festival Internacional de Cine Infantil y
Juvenil de Mérida, entre muchas otras iniciativas que se desarrollan en
distintos estados del país, dedicados a las niñas y niños como espectadores
activos y en su condición de potenciales realizadoras y realizadores.
En este orden de ideas, está previsto que para 2015 se realice una
convocatoria nacional de proyectos cinematográficos dirigidos a las pequeñas y
los pequeños del hogar, con la intención de atender ese gran espacio de
audiencia. “Creo que por esa vía vamos a poder crecer en audiencia y atender a
un grueso sector de la población que en nuestro país corresponde a un
porcentaje inmenso”, aspiró.
Esta convocatoria se complementará con un programa de adaptación
cinematográfica de narrativa infantil venezolana, latinoamericana y caribeña.
Uno de los objetivos iniciales de esta propuesta es la producción de
cortometrajes infantiles que probablemente se estrenen en grupos de cuatro o
cinco, dependiendo de la duración de cada uno.
Por otra parte, para este 2015 está pautado el estreno de los dos
primeros largometrajes animados de factura venezolana, Samuel H2O, de Álvaro
Cáceres (diciembre 2015) y Meñique (julio de 2015) una coproducción con Cuba y
España que ya tuvo su estreno internacional.
MÁS PROMOCIÓN
Otro proyecto para este año es el incremento de la promoción del
cine venezolano, especialmente en la pantalla chica.
“En 2015 vamos a hacer unas rondas de conversaciones y yo estoy
convencido de que vamos a conseguir los acuerdos necesarios, no tengo la menor
duda, para que en las pantallas de televisión las usuarias y los usuarios de
todo el país vean promociones del cine venezolano, los tráileres, el avance de
una película que viene, o que puedan ver también programas en donde se pasen
películas venezolanas del año pasado o donde se entrevisten a nuestros
realizadores, a nuestros actores o donde se pueden ver también los procesos de
cómo se hizo la película que es prácticamente otra película sobre los rodajes”,
detalló.
Lossada agregó que hay trabajos realizados sobre los tras cámaras
y entrevistas a participantes en algunas películas a estrenar en 2015, como es
el caso de Sobrevivientes, una ficción a cerca de la masacre de El Amparo,
rodada completamente en el estado Apure.
Lo mismo se hizo con una película que se rodó completamente en el
estado de Delta Amacuro, titulada Lo que lleva el río, una obra etnográfica que
retrata al pueblo warao desde la ficción, que ya tiene el merito de ser
aceptada en uno de los cinco festivales internacionales clase A.
“Todavía no podemos decir cuál es el certamen, porque eso le
corresponde a los organizadores del evento. En todo caso estamos muy orgullosos
de eso y qué bueno que ha sido una película rodada 100% en el estado Delta
Amacuro, en los caños del Orinoco”, celebró Lossada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario